Publicado el 2015-03-05 In schoenstattianos

Lo experimento como amigo: José Engling, actual también en el segundo siglo de Schoenstatt

mda. “Si con José Engling resulta, en situaciones difíciles semejantes, también tiene que ser posible para mí. Y la clave para José, que también resulta, fue su ideal personal, hacia el que siempre se orientaba”, escribe alguien. – “Amor y dejarse llevar por el amor, porque, al fin y al cabo, el amor es lo que cuenta y permanece. Todo lo demás se desvanece, pero el amor queda en el recuerdo. Esto es lo que me llevo de Cambrai”, dice otro. Dos testimonios de personas que han tenido un encuentro profundo con José Engling en Cambrai, Francia, donde el 4 de octubre de 1918, poco antes del final de la Primera Guerra Mundial, perdió la vida a los veinte años de edad.

 

Un hombre joven del comienzo de Schoenstatt, del comienzo de ese Schoenstatt de las trincheras de la guerra mundial, cuando aún no existía la palabra “Alianza de Amor”, pero se vivía y se experimentaba el proceso de alianza de amor. “Y cuanto más seguíamos las huellas de Engling, tanto más claro se hacía en mi el hecho: este hombre tiene que ser tu modelo. José también me ha ayudado a encontrar a la Virgen y, por consiguiente, la alianza de amor. El viaje a Cambrai ha sido para mi una de las vivencias religiosas más grandes de mi vida.”

En abril de 2015 se cumplen 100 años desde que José Engling, que el 18 de octubre no estuvo en la fundación de Schoenstatt, se incorporó a la congregación mariana. Algunos schoenstattianos, que le experimentan como amigo espiritual, quieren hacerle un regalo ese día – e invitan a colaborar.

La Dra. Alicja Kostka, de la Federación de Mujeres y Hanna Grabowska, del Instituto de Nuestra Señora, estuvieron el 4 de enero en un “café de cumpleaños» para José Engling. Allí surgió la idea que la Dra. Alicja Kostka quiere comunicar con la siguiente carta al Movimiento de Schoenstatt mundial.

Original: alemán. Traducción: Gilka Aranibar, Hannover, Alemania

 

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Lo experimento como amigo: José Engling, actual también en el segundo siglo de Schoenstatt

mda. “Si con José Engling resulta, en situaciones difíciles semejantes, también tiene que ser posible para mí. Y la clave para José, que también resulta, fue su ideal personal, hacia el que siempre se orientaba”, escribe alguien. – “Amor y dejarse llevar por el amor, porque, al fin y al cabo, el amor es lo que cuenta y permanece. Todo lo demás se desvanece, pero el amor queda en el recuerdo. Esto es lo que me llevo de Cambrai”, dice otro. Dos testimonios de personas que han tenido un encuentro profundo con José Engling en Cambrai, Francia, donde el 4 de octubre de 1918, poco antes del final de la Primera Guerra Mundial, perdió la vida a los veinte años de edad.

 

Un hombre joven del comienzo de Schoenstatt, del comienzo de ese Schoenstatt de las trincheras de la guerra mundial, cuando aún no existía la palabra “Alianza de Amor”, pero se vivía y se experimentaba el proceso de alianza de amor. “Y cuanto más seguíamos las huellas de Engling, tanto más claro se hacía en mi el hecho: este hombre tiene que ser tu modelo. José también me ha ayudado a encontrar a la Virgen y, por consiguiente, la alianza de amor. El viaje a Cambrai ha sido para mi una de las vivencias religiosas más grandes de mi vida.”

En abril de 2015 se cumplen 100 años desde que José Engling, que el 18 de octubre no estuvo en la fundación de Schoenstatt, se incorporó a la congregación mariana. Algunos schoenstattianos, que le experimentan como amigo espiritual, quieren hacerle un regalo ese día – e invitan a colaborar.

La Dra. Alicja Kostka, de la Federación de Mujeres y Hanna Grabowska, del Instituto de Nuestra Señora, estuvieron el 4 de enero en un “café de cumpleaños» para José Engling. Allí surgió la idea que la Dra. Alicja Kostka quiere comunicar con la siguiente carta al Movimiento de Schoenstatt mundial.

Original: alemán. Traducción: Gilka Aranibar, Hannover, Alemania

 

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