Padre Esteban Uriburu – «hasta los confines del mundo»

Padre Esteban uriburu El Padre Esteban Uriburu (1937 – 1998), Argentina, estudió en el Colegio del Salvador, de la Compañía de Jesús, y se graduó de abogado en la Universidad de Buenos Aires en 1960. Ese año eligió el camino del sacerdocio formándose en Chile, Brasil y en Alemania. Se ordenó en 1971 como miembro del Instituto Secular de los Padres de Schoenstatt. El mismo Padre Kentenich lo llamó «un nuevo Cristóbal Colón» porque en el futuro sería un «conquistador del mundo». Falleció el 12 de octubre de 1998 tras varios años de padecer una dura enfermedad: policondritis recidivante.

La difusión y la internacionalización de la Campaña del Rosario se debe en gran parte al constante y dedicado trabajo del P. Esteba Uriburu. En distintas oportundades afirmó que su encuentro con ella había cambiado el curso de su vida, y que en su difusión halló su misión: «Ya tengo mi misión hasta la muerte» les comentaba a distintos amigos e integrantes de la Familia de Schoenstatt. Utilizando imágenes, como solía hacer, decía: «Hasta ahora navegaba en un pequeño riacho y de pronto me encontré con un inmenso río que me llevó al mar abierto». Habló de la Campaña como «el vehículo veloz del mensaje de Schoenstatt»; podía hablar durante largas horas sobre cómo esta Corriente de Vida y Gracias permitía concretar el anhelo y la visión del Fundador de popularizar el misterio de Schoenstatt, de llevarlo al pueblo, «a campo abierto». A medida que hablaba se notaba que no sólo encendía a los que lo escuchaban, sino que él mismo se reencendía en cada instante. Todo su ser transmitía alegría, esperanza y un gran respeto. Cualquier tema de conversación lo llevaba indefectiblemente a Schoenstatt.

A través de sus libros, viajes, entrevistas, encuentros y palabras, no sólo consiguió entusiasmar a muchísimas personas animándolas a hacer cosas que nunca imaginaron llevar adelante en su vida, sino que también les enseñó lo más profundo y sagrado de la Campaña. Solía decir: «A través de la Campaña, Schoenstatt debe irradiarse fulminantemente al mundo entero». El Padre Ángel Strada, su hermano de curso, dice sobre él: «El Padre Esteban soñó con un Schoenstatt pujante y vigoroso, de amplios horizontes, empuje misionero, abierto a todos los hombres y a todos los pueblos, puesto al servicio generoso de la Iglesia y del mundo».

El Padre Esteban Uriburu para muchos es sinónimo de ardor por la misión, la misión de Schoenstatt, la misión del Padre, de un incontenible impulso a irradiar el mensaje y el carisma del Padre «a todos los rincones del mundo» con la convicción, el fuego, la pasión y el desbordante entusiasmo que lo embargaban cuando hablaba del Padre y de la MTA. «En tiempos difíciles hay una cuestión clave que puesto en términos deportivos sería así: si yo fuera entrenador, lo que más me preocuparía no sería el rival que tengo enfrente, por más duro que fuese, sino el entrenamiento, la garra y el espíritu de lucha de mi propio equipo».

Toda su persona encendía, transmitía fuerza, coraje, audacia y un arrojo que se «apoderaba» de quien lo escuchaba hablar; era un contagio tan fuerte que a uno le hacía sentir capaz de escalar las más altas cumbres, arremetiendo contra todos los obstáculos, en aras de la misión.

La Campaña del Rosario, las Voluntarias de María, Confidentia, el Santuario de San Isidro, la Casa del Niño Padre Kentenich, Sión del Padre, el Centro Mariano en la diócesis de Nueve de Julio, Belén de Escobar, son tan sólo algunas de sus tantas realizaciones en la Argentina. Fue además, uno de los impulsores del proceso de beatificación de Don Joao Pozzobon. Se destacó como un hombre de grandes proyectos, y su obra alcanzó dimensión internacional. Un hombre enamorado de la Mater, escritor, sacerdote fiel, predicador, soñador y padre de muchos.

«Acepto que la mayoría de mis cosas parecen locuras, pero convengamos que Dios me rodea de locos para llevarlas a cabo» P. Esteban Uriburu.

 

Bibliografía

Francisco Grondona