Enrique Schaefer – «Su muerte es la victoria»

Enrique ShaefferEnrique Schaeffer – «Su muerte es la victoria»(1920 – 1942), Alemania.

Nació en el año 1920. Perteneció a la comunidad de los Padres Pallottinos; se incorporó al Movimiento de Schoenstatt el 23 de diciembre de 1935. Ya era sacerdote cuando estalló la segunda guerra mundial. Integró la generación del «Ver Sacrum» («primavera sagrada»). Falleció el 16 de julio de 1941. El 2 de febrero del 1938 hizo su consagración en la Federación Apostólica de Schoenstatt. Con ella se comprometía para siempre con sus ideales. Escribió en su diario: «Quiero llegar a ser un segundo José Engling. Quiero ser para mis compañeros lo que él fue para su generación.»

En junio de 1939 apela a la santidad: «Si tomamos en serio la meta, tenemos que ofrecernos nosotros mismos. Debemos cortar las cadenas que nos atan a todo lo que nos aleja de Dios. Es necesario el radicalismo en la entrega total al apostolado.»

Al comenzar la segunda guerra mundial, se comprometió junto a su grupo a ser la parte motriz del reino de la juventud. Se trataba de «la confabulación del granero», lugar donde el grupo se propuso encarnar el hombre nuevo. Sólo pedían una cosa: no cansarse nunca de servir a su Reina.

De esta ofrenda hecha el 9 de agosto de 1939 debería surgir «la primavera sagrada». El 15 de octubre hubo una nueva reunión en el granero. Se apuntó a crecer en la Alianza de Amor con la Mater y entregarle a Ella «el poder en blanco» sobre sus vidas. La concreción de esa entrega la expresó así:

1. No hay otro interés que no sea velar por el ideal de la comunidad. 2. Ofreceré a ella todos los sacrificios personales. 3. Renunciar a todo el tiempo libre, a todo placer y gozo que no estén al servicio de la misión. 4. Renunciar al derecho de disponer sobre uno mismo.

El 5 de noviembre surgió con fuerza el ideal de la Primavera Sagrada: significaba el ardor de la juventud que renace, hace renacer y da frutos, el fuego que quema y purifica. Eso querían ser estos jóvenes para el mundo en el que les tocaba vivir. El 24 de septiembre del año 1940 se reunieron todos de nuevo. Había pasado ya un año de la consagración. Están dispuestos a aceptar la muerte por su Reina, la Mater. Luego recibieron como símbolo de esta entrega una pequeña cruz negra. El 31 de diciembre se reunió la Primavera Sagrada en Schoenstatt. A la medianoche, con el comienzo del nuevo año, colocan el símbolo del Ver Sacrum en el Santuario: la lámpara votiva del Santísimo Sacramento: un globo terráqueo sobre una patena, coronado con las iniciales MTA

Con su muerte (el 16-8-41) Dios aceptó su ofrenda. La primavera sagrada había sido confirmada. Enrique Schaeffer, que impulsó el ideal y la vida de la Primavera Sagrada, había sido aceptado como primera semilla para caer en tierra fértil y dar fruto centuplicado. Fue la primera «cruz negra» de la nueva generación de héroes. Su muerte fue la victoria.