La Campaña del Rosario de la Virgen Peregrina de Schoenstatt – una corriente de vida y gracias

Virgen Peregrina

En la Campaña, del Rosario de la Virgen Peregrina de Schoenstatt  «todas las fuerzas fundamentales de Schoenstatt se tornan eficaces», dice el Padre Kentenich en 1968.

Ni es algo solamente devocional, ni algo solamente estratégico o pastoral, sino una irrupción de gracias y de vida, al servicio de la nueva evangelización y transformación de las familias.

La Campaña de la Virgen Peregrina nació en un marco histórico de Schoenstatt muy especifico: el 31 de mayo de 1949 y los viajes internacionales del Padre Kentenich.

La Campaña es una respuesta a los anhelos que movieron al Padre Kentenich: el deseo de tener aliados para la misión, de expandir y popularizar la Alianza de Amor, de complementar y enriquecer Schoenstatt a través de un gran movimiento popular de peregrinos y de vivir el organismo de vínculos a lugares, personas, valores, a una misión.

La Campaña es una nueva Visitación de María a nuestros tiempos. María se pone en camino urgida: «Surgió María y se encaminó presurosa».

Ella se encamina a las familias para llevar tres regalos que el hombre de hoy necesita: la alegría, la persona de Jesús, una ayuda concreta en servicio al hombre, a todo el hombre, a todos los hombres y en todas las circunstancias.

La Peregrina Original en el Santuario Tabor, Santa Maria, Brasil

La Campaña es una misión inserta en la Iglesia, un camino moderno de pastoral, que tiene como fin específico la evangelización de las familias.

Se trata de un apostolado que va al encuentro de todos, promoviendo los valores cristianos. La fuerza de irradiación de la Campaña radica en que, partiendo del Santuario, fuente de gracias, llega al pueblo para socorrerlo en sus necesidades y preocupaciones.

Responde así a:

  • La sed de Dios que tiene el hombre.
  • La necesidad de sentirse hijo ante Dios.
  • La necesidad de expresar la fe con gestos concretos

 

Siendo simple está al alcance de todos. Tiene como soporte una espiritualidad sólida y una pedagogía eficiente, que lleva a concretar la gran proclama de la Nueva Evangelización.

Cuenta con una organización ágil, que lleva a aquellos que portan la imagen y a los que la reciben a sentirse hermanados y a formar verdaderas comunidades de base. Lo específico de la Campaña es la visita regular de la Madre tres veces Admirable de Schoenstatt a las familias, a las escuelas y a los hospitales, acompañadas del Rosario, rezado y vivido, y de la consagración del corazón a la Virgen.

Joao Pozzobon El Padre Kentenich avaló la tarea de don Joao, iniciador de la Campaña, cuando dijo: «En el trabajo del señor Pozzobon, todas las fuerzas fundamentales de Schoenstatt se tornan eficaces».

De esta manera se trata de actualizar tres escenas bíblicas: la de la cruz, cuando San Juan recibe a María por Madre y la lleva a su casa; la de la Visitación, también hoy María visita los hogares; y el Cenáculo, porque unidos en oración con María, la Madre de Jesús, los cristianos esperan las fuerzas del Espíritu para ser apóstoles en el mundo. Ella es «la gran Misionera, Ella obrará milagros» (San Vicente Pallotti), transformando y comprometiendo a sus hijos con el Evangelio de Jesús.

Corresponde al espíritu de la Campaña cultivar un estrecho contacto y colaboración con las parroquias, ya que el párroco puede contar con un medio evangelizador que acerca a las familias, promueve la vida sacramental y colabora para que la parroquia sea «comunidad de comunidades y de movimientos» (Documento de Santo Domingo, 58).

La Campaña consiste en llevar la imagen de nuestra Señora de Schoenstatt:

  • Desde el Santuario y unidos a él,
  • a muchos hombres, especialmente a las familias,
  • en el espíritu de don Joao Pozzobon y a ejemplo suyo,
  • para que, por medio del Rosario,
  • la Alianza de Amor y la Adoración Eucarística,
  • para que la Santísima Virgen pueda actuar como la gran Misionera,
  • al servicio de la renovación de las familias, de la Iglesia y de la sociedad.

 

Las distintas modalidades – como peregrina de cárceles, de no-videntes, de la serenidad, para bebes en riesgo de vida, de niños… -, son una respuesta creadora a las necesidades concretos.

Rosario Iluminado con la Auxiliar en Lima, PeruLas imágenes Auxiliares, surgidas por una iniciativa de Joao Pozzobon, son replicas exactas de la Peregrina Original. Ellas parten del Santuario de Santa Maria, Brasil, y vinculan a la Campaña con el fuente del origen. Presiden las peregrinaciones y eventos especiales en las diócesis.

Para profundizarse en el espiritu de la Campaña, vale estudiar:

La historia de la Campaña

Esta «Campaña» -como le gustaba llamarla a Joao Pozzobon- tuvo un inicio modesto, como todas las cosas de Dios.  Comenzó en el año 1950, cuando una Hermana de María le entregó a Joao Pozzobon, miembro del Movimiento de Schoenstatt de Brasil, una imagen de la Madre tres veces Admirable de Schoenstatt, pidiéndole que la llevara a las familias para rezar con ellas el Rosario.

Joao Pozzobon, que asumió esta tarea y la hizo suya durante treinta y cinco años y hasta el día de su muerte, caminó más de 140.000 Km. con la imagen. La llevó a hogares, hospitales, escuelas y cárceles, e incentivó en todas partes la vinculación a la Virgen y al rezo del Rosario.

En 1979, Joao Pozzobon visitó Schoenstatt en Alemania, lugar de origen de la devoción de la Madre tres veces Admirable. De allí siguió a Roma, en donde Juan Pablo II bendijo la imagen de la Madre Peregrina, y en ella también su apostolado.

A partir de 1984, los argentinos comenzaron a conocerla y a comprometerse con ella. Un rol fundamental en la difusión de la Campaña como en la reflexión de la misma, tuvo el Padre Esteban Uriburu, que lo hice la misión de su vida. Hoy en día, la Campaña está presente en unos 110 paises del mundo, acercando las gracias del Santuario a varios millones de personas.

Peregrina OriginalLa ciudad de Santa María se convirtió así en cuna de una iniciativa original. Después de la muerte de don Joao, el 27 de junio de 1985, la Peregrina Original, aquella que él portaba en sus hombros, se encuentra en la casa del Movimiento, en Santa María.

El objetivo de la Campaña

Don Joao vivió en su vida el «Sí» de María. Vivió sencillo y humilde, totalmente dedicado a su familia, a Schoenstatt y a la misión mariana. Gracias a su fidelidad, miles de familias del mundo entero reciben hoy la imagen peregrina, se unen en oración, descubren mejor a Jesús y gozan de las gracias del Santuario de Schoenstatt.

Joao Pozzobon expresó el objetivo de la Campaña en tres puntos principales:

  1. «Salvar la familia por medio de la gran Obra de Schoenstatt…»
  2. Encuentro con la Santísima Virgen.
  3. «Encuentro con Jesucristo, su Hijo, y con Dios Trino…»

 

Misioneros, Roma«Ser un reflejo de la justicia cristiana: uno por el otro, para una nueva conquista de la dignidad y respeto de la persona humana, con sus valores, encontrándonos con los más necesitados».

Con la visita de la imagen, María estimula en sus hijos la participación en los sacramentos, crea una mayor armonía familiar y despierta el compromiso eclesial y social del cristiano, especialmente con los más pobres y necesitados.

Joao Pozzobon solía decir también que el Rosario era nuestra arma para transformar el mundo de hoy. La vida apostólica del cristiano y especialmente del schoenstattiano encuentra un modo de concreción apostólico a través de la Campaña y urge, a aquellos que llevan la imagen, a dar un testimonio activo y fiel en la Iglesia y en la sociedad.

El potencial de la Campaña depende del misionero

El P. Alberto Eronti, que vivió varios años en Roma,  en el año 2002  en el contexto de una presentación de la Campaña, destaca «la gran posibilidad que nos brinda la Campaña de la Virgen Peregrina. No hemos de ver la Campaña como una práctica devocional, sino como un privilegiado medio y método de evangelización y transformación de las familias.

La última acción creadora de María en lo que hace a los Santuarios, se da en y desde el corazón de un hijo del Padre Kentenich, el diácono brasilero Joao Luis Pozzobon. Esposo, padre y de profesión comerciante, este hombre se constituye en un instrumento excepcional de la Madre tres veces Admirable. En 1950 él recibe de parte de la Hna Teresinha – Hermana de María- una imagen de la Virgen de Schoenstatt en un marco de madera con forma de Santuario, pidiéndole que «la haga peregrinar». Ahí se inicia una verdadera epopeya de un hombre con corazón de niño y de un ardiente amor a María y a la Obra de Schoenstatt.

Con él nace lo que hoy se llama «La Campaña del Rosario de la Virgen Peregrina de Schoenstatt». De esta iniciativa dirá el Padre Kentenich que se «trata de la pastoral del futuro», pastoral que realiza la novedad de la Iglesia pos-conciliar, «la pastoral de la búsqueda», esto es: la Iglesia va en busca de los hombres, entra en sus casas, fábricas, oficinas, etc., y les ofrece el don de la Salvación. Desde que recibió la imagen de la Virgen, el diácono Pozzobon caminó más de 140.000 kilómetros por el estado de Río Grande do Sul. ¡Toda una epopeya de fe!, la «pastoral del futuro» es ya «pastoral del presente».

En una familia en Lobería, Argentina¿Cuál es la «dinámica» de esta pastoral? María «sale» de sus Santuarios para ir al encuentro de sus hijos. Es llevada por un «misionero» o «misionera» y entra en las casas, se deja colocar en un lugar destacado y queda ahí uno o dos días. Así, cada imagen «visita» 15 o 30 familias al mes, para recomenzar con las mismas al mes siguiente y así una y otra vez, por meses o años. Se trata de lo que hemos llamado «la nueva Visitación».

La «primera evangelizadora»

María «sale presurosa» para visitar a sus hijos, llevándoles la alegría y la santidad del Espíritu y de su Hijo. Ella, como hace 2000 años, se constituye en la «primera evangelizadora». Cada imagen va acompañada de un rosario – uno de los tres elementos centrales de la Campaña – y de un cuaderno donde los miembros de la familia escriben aquello que le piden a su Madre o que la Madre les regaló en su visita. Estos cuadernos son testigos de las innumerables gracias que la visita de María regala a las familias.

Invitada especial en las bodas de una misionera, AlemaniaPero no sólo María visita a los hogares, Ella invita a sus hijos a visitarla en su Casa, que es el Santuario diocesano o nacional. Se produce aquí lo que hemos llamado «el circuito mariano» de la Campaña: María sale del Santuario y los hijos la visitan en su Santuario. Esto se da en un ciclo mensual -todos los 18 de cada mes se invita a las familias a visitar a la Virgen- y en un ciclo anual: el gran encuentro de las familias y de las imágenes en el Santuario.

Esta dinámica pastoral tuvo, posteriormente, otros matices o logros: surgieron las imágenes que «visitan» las cárceles, las que visitan hospitales, las que visitan las universidades y los colegios (esta visita dura generalmente cuatro o seis meses intensivos), las imágenes de los niños, que tienen forma más pequeña y que suelen ser de dos o tres meses unidos a la Navidad, de los ciegos, los taxistas, los bebés en riesgo, los comercios, geriátricos.

El Padre Kentenich decía, refiriéndose a lo «pentecostal» del actuar de la Virgen y su Obra:

«Un Movimiento de renovación aspira a ser y debe ser un movimiento de gracias, un terremoto de gracias».

Esto es lo que hemos experimentado con la Campaña de la Virgen Peregrina: una enorme irrupción de gracias, una multitudinaria irrupción de gracias. María es la que, con sus instrumentos, alienta y sostiene la Iglesia Familia. La Campaña está en los cinco Continentes. Hemos constatado que es un «método» que funciona en todas las culturas y estratos sociales. Por ejemplo, cuando la Campaña llegó a USA, alguien dijo: «Esto aquí no va a funcionar, no es Latinoamérica», Sin embargo funcionó. Cuando llegó a Alemania dijeron lo mismo, pero funciona. En África Central, se dijo lo mismo y funciona. Esto se ha constituido para nuestro Movimiento de Schoenstatt en una gozosa y feliz experiencia pastoral. Con ella hemos alcanzado todos los niveles sociales y llegamos a todas las culturas. Es la experiencia de María y la Iglesia por los caminos del hombre buscando y amando a todos.

Los misioneros

Misionera, BurundiLos misioneros de la Virgen Peregrina reciben una formación permanente según su ámbito social y cultural. Se trata no en primer lugar de una formación intelectual, sino de que tengan la conciencia y la alegría de ser instrumentos en las manos de María. Ellos han de ser los ojos, la voz, las manos, el corazón de María. No hemos de ver la Campaña como una práctica devocional, sino como un privilegiado medio y método de evangelización y transformación de las familias. El «paso» de lo devocional a lo evangelizador se da sólo en la medida que los misioneros y misioneras se preparan para ser «instrumentos de amor» en las manos de María. Si los misioneros se contentasen con sólo llevar a la Virgen de casa en casa, sería mucho pero no utilizaría todo el potencial evangelizador de la Virgen Peregrina. El misionero tiene que ser, he aquí su grandeza, portador de la Madre y el Hijo; como también los ojos, los oídos, las manos, la voz, el corazón de la Madre y el Hijo. Se trata de una verdadera Alianza de Amor: Los misioneros se ofrecen a María y María se ofrece a ellos, para evangelizar juntos, y así María vuelve a los caminos del mundo.

Esto supone invertir más en los Misioneros, en su formación, su conciencia instrumental, su valor particular al realizar la tercera gracia del santuario (gracia del apostolado y el testimonio de vida) . Por eso la pregunta que me surge es: ¿cómo introducir más plenamente en la estrategia del Movimiento el carisma de Joao Pozzobon y la Campaña de la Virgen Peregrina?, ¿cómo ofrecer y desarrollar este don dentro de la estrategia del Papa para la Iglesia de hoy, «Iglesia de las nuevas playas»? Creo que las Familias nacionales y diocesanas tienen aquí una gran oportunidad.»

En Itakyry, ParaguayEl Padre Kentenich decía, refiriéndose a lo «pentecostal» del actuar de la Virgen y su Obra:

«Un Movimiento de renovación aspira a ser y debe ser un movimiento de gracias, un terremoto de gracias«

Esto es lo que hemos experimentado con la Campaña de la Virgen Peregrina: una enorme irrupción de gracias, una multitudinaria irrupción de gracias. María es la que, con sus instrumentos, alienta y sostiene la Iglesia Familia.

La Campaña está en los cinco Continentes. Hemos constatado que es un «método» que funciona en todas las culturas y estratos sociales. Por ejemplo, cuando la Campaña llegó a USA, alguien dijo: «Esto aquí no va a funcionar, no es Latinoamérica», Sin embargo funcionó. Cuando llegó a Alemania dijeron lo mismo, pero funciona. En África Central, se dijo lo mismo y funciona. Esto se ha constituido para nuestro Movimiento de Schoenstatt en una gozosa y feliz experiencia pastoral. Con ella hemos alcanzado todos los niveles sociales y llegamos a todas las culturas. Es la experiencia de María y la Iglesia por los caminos del hombre buscando y amando a todos.»