Juventud

juventud schoenstatt

La generación fundadora de Schoenstatt estuvo integrada por un grupo de jóvenes y el mismo Padre Kentenich, que contaba tan sólo con 28 años de edad el 18 de octubre de 1914.

Él creía en la fuerza dinámica y creadora de la juventud para impulsar el desarrollo de Schoenstatt ante los desafíos del tiempo.

 

La juventud es nuestro futuro. Esta generación ya asume responsabilidades presentes y futuras, colabora eficazmente en la gestación de un nuevo orden social y contribuye a encauzar en el mundo lo que atañe a la política, a la religión y a lo social. Al mismo tiempo, esta etapa de la vida les impone a los jóvenes grandes cambios y desafíos.

El Movimiento apostólico de Schoenstatt acompaña y guía a los jóvenes para hacer frente positivamente a estos desafíos. Les ofrece apoyo, orientación, redes sociales, campos de acción creativos, una espiritualidad vivida y un mundo de vínculos. Los jóvenes descubren y desarrollan su propio potencial al realizar sus actividades con autonomía. Emplean sus fuerzas físicas, intelectuales y espirituales en la planificación de proyectos para promover mejoras en su ambiente y en hacerlos realidad. A partir de esta responsabilidad, que se incrementa con el trabajo en redes sociales, se forja un compromiso cívico y se vigoriza la fe, valores con los que en el futuro construyen la sociedad.

La Juventud de Schoenstatt organiza, en todo el mundo, retiros y campamentos, forja amistades internacionales, celebra fiestas religiosas, caminatas y peregrinaciones, misiones universitarias, escolares y familiares, se compromete políticamente y en obras solidarias, trabaja para conseguir fondos con los que financiar proyectos con fines sociales y misioneros y se involucra con las tareas de la Iglesia en su lugar de residencia.